Las continuas batallas entre Israel y Palestina dejan miles de víctimas a su paso, y aunque la muerte de cientos de hombres en batalla, soldados o ciudadanos comunes es algo horrible, hay algo todabía peor:
la muerte de aquellos inocentes que no tienen nada que ver: ¡los niños!
Esta guerra lleva años y no parece tener una solución rápida, todo porque los israelitas quieren tomar el territorio que, según la biblia, "les pertenece". Los Palestinos están peleando de vuelta por su hogar, y el ejército Israel hace todo para sacarlos, hasta tirar abajo sus hogares.
Cientos de niños han muerto por el fuego cruzado, o porque nadie les ha atendido heridas mínimas, e incluso por falta de agua... pero una de las peores víctimas fue este pequeño al cual una granada le explotó a tan sólo unos metros de distancia:
Sayed Masalha, murió tan sólo horas después de que fue llevado al hospital. Sin embargo, una enfermera alcanzó a atender al pequeño Sayed antes de que empeorará su condición y pasó su mensaje, que rápidamente se viralizó en Internet:
"Los voy a acusar con Dios por todo lo que hacen aquí, y él los va a castigar"
Después de estas impactantes palabras, los doctores intentaron ayudarlo, pero la hemorragia interna causada por la onda de la granada les hizo imposible salvar al pequeño. Como se sabe, la explosión de las granadas es el menor de los daños: tanto los fragmentos que despide, como la onda pueden ser mortales, y lo fueron en el caso de Sayed.
Hoy Sayed, se encuentra ya con sus padres y Dios, el padre supremo, a quien le dirá como los humanos, en su nombre, cometemos los actos más atroces y horribles: destruir hogares, asesinar familias y matar niños inocentes.
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