¿Qué hacer ante heridas abiertas o hemorragias externas?


En caso de que la herida haya sido ocasionada por algún objeto que permanece incrustado en el cuerpo no debemos retirarlo hasta que no llegue personal cualificado para no empeorar la situación
La rapidez de actuación y la seguridad son fundamentales en cualquier situación de estrés físico o emocional. Una en la que os podéis encontrar fácilmente es una hemorragia. Por ello, vamos a daros unas pautas básicas a seguir en caso de que os encontréis en una situación con personas con una hemorragia externa o herida abierta.
Es fundamental mantener la calma y transmitírsela al afectado para evitar que a él se le sumen otros problemas como ansiedad o shock y asegurarnos que nosotros realizamos unos correctos auxilios.

Pasos a seguir:

El primer paso es llamar a emergencias.
    1. Avisar a emergencias.
    2.  Presionar la hemorragia o herida impidiendo que salga más sangre. Lo idóneo es hacerlo con gasas estériles, si no es posible, con paños o ropa limpia. Cuando la sangre filtre por las gasas o prendas y éstas no absorban más, no deben sustituirse pues esto liberaría la presión y reavivaría la hemorragia, deben colocarse más encima.
    3.  Si la hemorragia afecta a una extremidad, ésta debe levantarse.
    4.  Recostar a la persona afectada, cubrirla con una manta y levantar sus pies.
    5.  Si la hemorragia no cesa y tenemos conocimientos de anatomía y fisiología, podemos presionar la arteria afectada, así se impide el paso de la sangre hacia la herida.
    6.  En casos extremos en que la vida de la persona esté comprometida y siempre que tengamos conocimientos para realizarlo, aplicaremos un torniquete. Es muy importante hacerlo correctamente, que no duré más de 15 minutos, si es así, relajar un poco la presión durante 30 segundos y volver a apretar y mantener el miembro frío. Un torniquete solo puede ser retirado por personal sanitario cualificado, al que se le informará de la hora en que se
    7. Un torniquete mal realizado o demasiado prolongado puede acarrear consecuencias más graves que la propia hemorragia como son gangrena, parálisis, etc.
    8.  Si la herida ha sido causada por algún objeto que permanece en el cuerpo (madera, hierro, cristal, etc.), no debemos retirarlo, pues podría empeorar la situación.
    9.  Si conseguimos controlar la hemorragia, deberemos limpiar la herida con suero fisiológico a chorro o agua, en su defecto.
    10. En todo momento, debemos mantener al paciente consciente y tranquilo y controlar sus constantes vitales en la medida de lo posible.
Todas estas indicaciones deben realizarse en caso de no poder conseguir asistencia médica inmediata. La prioridad en todo momento será que el afectado reciba cuidados de profesionales.

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