ATENCIÓN CON ESTO: Fue Al Médico Porque Sufría De Mal Aliento, Y Lo Que Descubrieron Te Dejará Totalmente Espantado.


Esta mujer sufría de mal aliento, pero no era porque ella no se cepillaba los dientes, ni porque usara una pasta de dientes de mala calidad.. El mal aliento era causado por piedras en las amígdalas.




Fue Al Médico Porque Sufría De Mal Aliento, Y Lo Que Descubrieron Te Dejará Totalmente Espantado.



Los cálculos o piedras amígdalinas, también conocidos como tonsilolitos, son puntos blancos que se forman en nuestras amígdalas, y que según parece, pueden dejar a nuestras bocas oliendo a un montón de basura dejada en el sol todo el día. Eso es porque las piedras liberan un gas que tiene un olor sulfuroso desagradable.
Las piedras amígdalinas son masas de moco, bacterias y restos de alimentos calcificados, que quedan atrapados en la parte posterior de la garganta. Una vez que eso comienza a endurecerse y a pudrirse, no sólo te hace ser una persona poco atractiva para tener un encuentro romántico, si no que también puede producirte dolor al tragar.
Las piedras a menudo se caen por sí solas, pero algunas personas optan por someterse a tratamiento con láser para eliminarlas o también eligen realizar un procedimiento en el hogar.

Si puedes soportarlo, echa un vistazo a alguien removiéndose las piedras amígdalinas, a continuación.



Remedio casero para la amigdalitis #1:  Verter 1 cucharada de salvia y otra de manzanilla en 1 taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar reposar. Colar y agregar el zumo de un limón.  Realizar gárgaras con esta infusión a lo largo del día.
Remedio casero para la amigdalitis #2: Hervir, durante 5 minutos, 1 cucharada de corteza de sauce y 1 de hojas de perejil. Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar refrescar.  Tomar 2 tazas al día para calmar el dolor y reducir la fiebre.
Remedio casero para la amigdalitis #3: Disolver 1 cucharada de zumo de limón, 1 cucharada de vinagre de manzana y 1 otra de sal en 1 taza da agua caliente.  Dejar refrescar un poco y realizar gárgaras con esta preparación.
Remedio casero para la amigdalitis #4: Hervir 1 cucharada del hisopo en 1 taza de agua durante 5 minutos.  Dejar refrescar, colar y tomar una vez al día como remedio preventivo si se tiene tendencia a sufrir de amigdalitis.
Remedio casero para la amigdalitis #5: Colocar yogur natural en el centro de un paño de algodón.  Envolver bien y dejar escurrir hasta eliminar el agua del yogur.  Aplicar el emplasto en el cuello por 20 minutos cada 3 horas. Beber, como complemento, una infusión de limón y miel.
Remedio casero para la amigdalitis #6: Calentar un vaso de agua, pero sin esperar a que hierva y agregar 1 cucharada de vinagre de sidra y una cucharada de miel, removiendo durante 5 minutos. Dejar enfriar y realizar gárgaras 4 veces al día durante 5 minutos.
Remedio casero para la amigdalitis #7:  Lavar y colocar un manojo de berro en una licuadora junto con un poco de agua y 3 cucharaditas de miel. Licuar por unos instantes, colar y guardar en el refrigerador en un recipiente de vidrio oscuro. Tomar una cucharada tres veces al día.
Remedio casero para la amigdalitis #8: Machacar un diente de ajo y mezclarlo con el zumo de limón caliente, endulzar con miel para disimular el sabor
Remedio casero para la amigdalitis #9: Hervir en 1/2 litro de agua 12 hojas de albahaca por 10 minutos.  Luego, agregar el zumo de un limón y  una cucharadita de miel.. Tomar 3 tazas diarias por tres días.  Este remedio es antiinflamatorio y antiviral y, por ello, puede acelerar el proceso de sanación..

Recomendaciones

Vigilar al niño constantemente si ya tuvo amigdalitis, ya que ella se puede repetir siempre con mayor intensidad.
Beber abundante líquido al tiene amigdalitis
Comer alimentos blandos (evitando los duros, crujientes o picantes)
Uilizar un vaporizador o humidificador de vapor frío en la habitación donde se pasa más tiempo y guardar reposo.
Realizar una buena evaluación, si se está pensando en la extracción de las amígdalas, ya que extirparlas supone eliminar un sistema de defensa contra las enfermedades puesto que estos órganos funcionan como filtros protectores del organismo.
Acudir a un pediatra, si se sospecha que  un lactante o niño pequeño está sufriendo esta dolencia de forma constante.
A tener cuidado , siempre hay que ir a revisarse al medico una vez al mes siquiera para no tener estos problemas.
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